lunes, 28 de marzo de 2016

EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA TEMA 19 - ESTADOS Y EVENTOS


EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA TEMA 19 - ESTADOS Y EVENTOS

ESTADOS Y EVENTOS


LA VIDA


En el terreno de la vida práctica descubrimos siempre contrastes que asombran. Gentes adineradas con magnífica residencia y muchas amistades a veces sufren espantosamente... Humildes proletarios de pico y pala o personas de la clase media suelen vivir a veces en completa felicidad. Muchos archimillonarios sufren de impotencia sexual y ricas matronas lloran amargamente la infidelidad del marido... Los ricos de la tierra parecen buitres entre jaulas de oro, por estos tiempos  no pueden vivir sin “guardaespaldas”... Los hombres de estado arrastran cadenas, nunca están libres, andan por doquiera rodeados de gente armada hasta los dientes...

Estudiemos esta situación más detenidamente. Necesitamos saber qué es la vida. Cada cual es libre de opinar como quiera...
Digan lo que digan ciertamente nadie sabe nada, la vida resulta un problema que ninguno  entiende...
Cuando las gentes desean contarnos gratuitamente la historia de su vida citan acontecimientos, nombres y apellidos, fechas, etc., y sienten satisfacción al hacer sus relatos... Esas pobres gentes ignoran que sus relatos están incompletos porque eventos, nombres y fechas son tan sólo el aspecto externo de la película, falta el aspecto interno...

Es urgente conocer “estados de conciencia”, a cada evento le corresponde tal o cual estado  anímico. Los estados son interiores y los eventos son exteriores, los acontecimientos externos no son todo...
Entiéndase por estados interiores las buenas o malas disposiciones, las preocupaciones, la depresión, la superstición, el temor, la sospecha, la misericordia, la auto-consideración; estados de sentirse feliz, estados de gozo, etc., etc., etc.

Incuestionablemente, los estados interiores pueden corresponderse exactamente con los acontecimientos exteriores, o ser originados por éstos, o no tener relación alguna con los mismos...
En todo caso estados y eventos son diferentes. No siempre los sucesos se corresponden exactamente  con  estados afines.
El estado interior de un evento agradable podría no corresponderse con el mismo. El estado interior de un evento desagradable podría no corresponderse con el mismo.
Acontecimientos aguardados durante mucho tiempo, cuando vinieron sentimos que faltaba algo... Ciertamente faltaba el correspondiente estado interior que debía combinarse con el acontecimiento  exterior...
Muchas veces el acontecimiento que no se  esperaba viene a ser el que mejores momentos nos      ha  proporcionado...

EL ESTADO INTERIOR

Combinar estados interiores con acontecimientos exteriores en forma correcta es saber vivir inteligentemente... Cualquier evento inteligentemente vivenciado exige su correspondiente estado específico. Empero, desafortunadamente, las gentes cuando revisan su vida piensan que ésta en sí  misma está constituida exclusivamente por eventos exteriores.

¡Pobres gentes!, piensan que si tal o cual acontecimiento no les hubiese sucedido su vida habría sido mejor... Suponen que la suerte les salió al encuentro y que perdieron la oportunidad de  ser felices... Lamentan lo perdido, lloran lo que despreciaron, gimen recordando los viejos tropiezos y calamidades...
No quieren darse cuenta las gentes que vegetar no es vivir, y que la capacidad para existir  conscientemente depende exclusivamente de la calidad de los estados interiores del alma...



No importa ciertamente cuán hermosos sean los acontecimientos externos de la vida si no nos encontramos en tales momentos en el estado interior apropiado,  los  mejores  eventos  pueden  parecernos  monótonos,  cansones  o  simplemente aburridores...
Alguien aguarda con ansiedad la fiesta de bodas, es un acontecimiento, más podría suceder que se estuviese tan preocupado en el momento preciso del evento que realmente no gustase en ello ningún deleite, y que todo aquello se tornase tan árido y frío como un protocolo...

La experiencia nos ha enseñado que no todas las personas que asisten a un banquete o a un baile gozan de verdad... Nunca falta un aburrido en el mejor de los festejos y las piezas más deliciosas alegran a unos y hacen llorar a otros...
Muy raras son las personas que saben combinar conscientemente el  evento  externo  con  el  estado interno apropiado. Es  lamentable  que  las  gentes  no  sepan  vivir  conscientemente:  lloran  cuando deben  reír y  ríen  cuando deben  llorar...

Control es diferente: el sabio puede estar alegre más nunca  jamás lleno de  loco frenesí;  triste  pero nunca desesperado y abatido... Sereno en medio de la  violencia; abstemio en  la  orgía; casto entre     la  lujuria, etc.
Las personas melancólicas y pesimistas piensan de la vida lo peor y francamente no desean vivir... Todos los días vemos gentes que no solamente son infelices sino que además -y lo  que es  peor- hacen también amarga la vida de los demás...

Gentes así no cambiarían ni viviendo diariamente de fiesta en fiesta; la enfermedad  psicológica la llevan en su interior... Tales personas poseen estados íntimos definitivamente perversos...
Sin embargo, esos sujetos se auto-califican como justos, santos, virtuosos, nobles, serviciales, mártires, etc., etc. Son gentes que se auto-consideran demasiado; personas que se quieren mucho a sí mismas... Individuos que se apiadan mucho de sí mismos y que siempre buscan escapatorias para  eludir sus propias responsabilidades...

Personas así están acostumbradas a las emociones  inferiores,  y  es  ostensible  que  por  tal  motivo  crean  diariamente  elementos  psíquicos infrahumanos.
Los eventos desgraciados, reveses de fortuna, miseria, deudas, problemas, etc., son exclusividad de aquellas personas que no saben vivir...
Cualquiera puede formarse una rica cultura intelectual, más son muy pocas las personas que han aprendido a vivir rectamente...

Cuando uno quiere separar los eventos exteriores de los estados interiores de la conciencia demuestra  concretamente  su  incapacidad  para  existir dignamente.
Quienes aprenden a combinar conscientemente  eventos  exteriores  y  estados  interiores  marchan  por  el camino  del éxito...

ESTADOS EQUIVOCADOS

Incuestionablemente, en la rigurosa observación del Mi Mismo, resulta siempre impostergable e inaplazable hacer una completa diferenciación lógica en relación con los acontecimientos exteriores de la vida práctica y los estados íntimos de la conciencia.
Necesitamos con urgencia saber dónde estamos situados  en  un  momento  dado,  tanto  en relación con el estado íntimo de la conciencia como en la naturaleza específica del  acontecimiento  exterior que nos está   sucediendo.

La vida en sí misma es una serie de acontecimientos que se procesan a través del tiempo y del espacio...
Alguien dijo: ”La vida es una cadena de martirios que lleva el hombre  enredada  en  el  Alma...”.
Cada cual es muy libre de pensar como quiera; yo creo que a los efímeros placeres de un instante fugaz le suceden siempre el desencanto y la amargura... Cada   acontecimiento   tiene   su   sabor   característico   especial,   y   los   estados   interiores   son asimismo  de  distinta clase;  esto es  incontrovertible, irrefutable...

Ciertamente, el trabajo interior sobre sí mismo se refiere en forma enfática a los diversos estados psicológicos de la conciencia...
Nadie podría negar que en nuestro interior cargamos con muchos errores y que existen estados equivocados...
Si de verdad queremos cambiar realmente necesitamos con urgencia máxima e inaplazable modificar radicalmente esos estados equivocados de la conciencia...

La modificación absoluta de los estados equivocados origina transformaciones completas en el terreno de la vida práctica... Cuando uno trabaja seriamente sobre los estados equivocados, obviamente, los sucesos desagradables de la vida ya no pueden herirle tan fácilmente...
Estamos diciendo algo que sólo es posible comprenderlo vivenciándolo, sintiéndolo realmente en el terreno mismo de los hechos...
Quien no trabaja sobre sí mismo es siempre víctima de las circunstancias; es como mísero leño entre las  aguas  tormentosas  del océano...

Los acontecimientos cambian incesantemente en sus múltiples combinaciones; vienen  uno tras otro en oleadas, son influencias... Ciertamente  existen  buenos  y  malos  acontecimientos;  algunos  eventos serán  mejores o peores que  otros...
Modificar ciertos eventos es posible. Alterar resultados, modificar situaciones, etc., está ciertamente dentro del número de las posibilidades. Empero, existen situaciones de hecho que de verdad no pueden ser alteradas; en estos últimos casos deben aceptarse conscientemente, aunque algunas resulten muy peligrosas y hasta dolorosas...
Incuestionablemente, el dolor desaparece cuando no nos identificamos con el problema que se ha presentado...

Debemos considerar la vida como una serie sucesiva de estados interiores; una historia auténtica de nuestra vida en particular está formada por todos esos estados... Al revisar la totalidad de nuestra propia existencia podemos verificar, por sí mismos, en forma directa, que muchas situaciones desagradables fueron posibles gracias a estados interiores equivocados...
Alejandro Magno, aunque siempre fue temperante por naturaleza, se entregó por orgullo a los excesos que le produjeron la muerte...
Francisco I murió a causa de un sucio y abominable adulterio, que muy bien recuerda la historia todavía...
Cuando Marat fue asesinado por una monja perversa se  moría  de  soberbia  y  de  envidia,  se  creía  a sí mismo  absolutamente  justo...

Las damas del Parque de los Ciervos incuestionablemente acabaron totalmente la vitalidad del espantoso fornicario llamado Luis XV.
Muchas son las gentes que mueren por ambición, ira o celos, esto lo saben muy bien los psicólogos...
En cuanto nuestra voluntad se confirma irrevocablemente en una tendencia absurda nos convertimos  en  candidatos  para el panteón  o cementerio...
Otelo, debido a los celos, se convirtió en asesino, y la cárcel está llena de equivocados sinceros...

SUCESOS PERSONALES


Plena Auto-observación íntima del Mi Mismo resulta inaplazable cuando se trata de descubrir estados psicológicos equivocados.
Incuestionablemente, los estados interiores equivocados pueden ser corregidos mediante procedimientos correctos.
Como quiera que la vida interior es el imán que atrae los eventos exteriores, necesitamos con urgencia máxima inaplazable eliminar de nuestra psiquis los estados psicológicos erróneos.




Corregir estados psicológicos equivocados es indispensable cuando se quiera alterar fundamentalmente  la  naturaleza de  ciertos  eventos indeseables.
Alterar nuestra relación con determinados eventos es posible si eliminamos de nuestro interior ciertos  estados  psicológicos absurdos.
Situaciones exteriores destructivas podrían convertirse en inofensivas y hasta constructivas mediante la inteligente corrección de los estados interiores    erróneos.
Uno puede cambiar la naturaleza de los eventos desagradables que nos ocurren cuando se purifica íntimamente.

Quien jamás corrige los estados psicológicos absurdos, creyéndose muy fuerte, se convierte en víctima de las circunstancias.
Poner orden en nuestra desordenada casa interior es vital cuando se desea cambiar el curso de una  desgraciada  existencia.
Las gentes se quejan de todo, sufren, lloran, protestan, quisieran cambiar de vida, salir del infortunio en que se encuentran; desafortunadamente no trabajan sobre si mismas. No quieren darse cuenta las gentes que la vida interior atrae circunstancias exteriores, y que si éstas son dolorosas se debe a los estados interiores absurdos.

Lo exterior es tan sólo el reflejo de lo interior, quien cambia interiormente  origina  un  nuevo orden  de cosas.
Los eventos exteriores jamás serían tan importantes como el modo de reaccionar ante  los  mismos. ¿Permanecisteis sereno ante el insultador? ¿Recibisteis con agrado las manifestaciones desagradables de vuestros semejantes? ¿De qué manera reaccionasteis ante  la  infidelidad  del  ser  amado? ¿Te dejaste llevar por el veneno de los celos? ¿Mataste? ¿Estáis en la cárcel?
Los hospitales, los cementerios o panteones, las cárceles,  están llenas de sinceros equivocados  que reaccionaron en  forma absurda ante los  eventos  exteriores.

La mejor arma que un hombre puede usar en la vida es un  estado psicológico correcto.  Uno  puede desarmar fieras y  desenmascarar traidores  mediante estados  interiores   apropiados.
Los estados interiores equivocados nos convierten en víctimas indefensas de la perversidad humana.
Aprended a enfrentaros ante los sucesos más desagradables de la vida práctica con  una actitud interior apropiada...
No os identifiquéis con ningún  acontecimiento;  recordad  que  todo  pasa;  aprended  a  ver  la  vida  como una película y  recibiréis  los  beneficios...

No olvidéis que acontecimientos  sin  ningún  valor  podrían  llevaros  a  la  desgracia  si  no elimináis  de vuestra Psiquis  los  estados  interiores equivocados.

Cada evento exterior necesita incuestionablemente del billete apropiado; es decir, del estado psicológico  preciso.

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