EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA TEMA 21 -
CONCENTRACIÓN Y RELAJACIÓN
¿Qué es la Concentración?
La palabra Concentración nos está mostrando que la Conciencia está
Centrada en la Acción.
La Concentración
es un poder muy grande que nos permite tener éxito en todo lo que emprendemos. La Concentración se da
cuando aprendemos a vivir el instante. El eterno ahora. Cuando nuestras
diferentes funciones trabajan
al unísono, teniendo
como centro nuestro
corazón.
La clave para sacar cualquier
práctica es la Concentración.
Debemos practicar y luchar hasta lograrla.
Si en el día andamos
concentrados en la noche
continuaremos concentrados. Si en el día vagamos en la noche también.
Hay dos tipos de
Concentración: una en el Mundo Interior y la
otra en el Mundo Exterior. Las dos son muy importantes.
Nos encontramos
concentrados cuando no se sostiene sino un pensamiento. Cuando sostenemos la atención plena en algo podemos alcanzar
la Inspiración, y un instante
después el Acierto.
Concentración es lo contrario a distracción, la Concentración es de la Conciencia, la distracción es del yo. Si estudiamos la distracción terminaremos en concentración.
Si podemos descubrir todos los
yoes o elementos distractores alcanzaremos la
Concentración. Aprender a centrar la
Conciencia en la acción
requiere mucha práctica, ya que el sentido de la Auto-observación psicológica
está atrofiado en casi todos los seres humanos, y por medio de este sentido se
centra la Conciencia en la acción.
El Maestro Jesús
nos enseño que debíamos Velar y Orar.
Velar es hacer las cosas
despierto, en vigilia,
en auto-observación. O concentrado.
Orar es el
deseo de Ser o Recuerdo de Sí. Y esto es lo
mismo que relajarse. Suplicar a la Madre
Divina que elimine
el defecto que no nos deja concentrar.
Cómo podemos
practicar la Concentración:
-
Haciendo un esfuerzo para hacer cosa por cosa.
-
Sin pensar en ninguna otra cosa.
-
Sin interrumpir una cosa para hacer otra.
-
No recordando cosas que se van a
hacer más adelante.
-
No recordando cosas que ya se hicieron.
-
Manteniéndonos centrados en lo que
hacemos.
Si observamos
cuidadosamente las múltiples actividades de nuestro diario vivir nos daremos
cuenta que cada una de ellas se hace en forma mecánica, puesto que cuando las
ejecutamos estamos pensando en otras cosas. Ese mismo hecho impide que estemos
centrados, también impide que veamos todos los yoes que se manifiestan.
Nos despertamos,
nos incorporamos, caminamos hacia el baño, nos desvestimos, afeitamos,
duchamos, secamos, vestimos, calzamos, tendemos la cama, desayunamos, lavamos los dientes, nos despedimos,
salimos a la calle, etc. Pero no nos
auto-observamos de instante en instante, lo
que quiere decir que tenemos la conciencia dormida por falta de uso.
Hacemos las cosas dormidos. Y por lo anterior
no hay auto-descubrimiento.
Si empezamos a auto-observarnos
descubriremos a cada uno de los yoes que participan en cada acción,
que actúan mecánicamente cometiendo errores, nos tensionan, originan
preocupaciones, distraen, impiden la concentración.
Cuando empezamos a observar
todo esto nos damos cuenta en forma directa del caos en que nos encontramos. Y que sólo podemos ordenarlo
mediante la relajación permanente.
¿Qué es la Relajación?
Cuando nos hacemos conscientes de
cualquier defecto que está
produciendo tensión en cualquier parte de la máquina debemos necesariamente relajarnos para no agotar
energías en forma innecesaria. Y esto se hace con una Súplica a
nuestra Madre Divina
así: “Madre mía
mátame este yo”.
¿Qué produce la tensión?
-
Deseos
-
Emociones
-
Canciones psicológicas
-
Estados psicológicos equivocados
-
Pensamientos
-
Preocupaciones
-
Charlas internas
-
Pelea entre los
distintos yoes
Si le suplicamos en esos momentos a nuestra
Madre Divina particular que elimine el defecto que está produciendo tensión en
tal o cual centro notaremos que Ella actúa inmediatamente, relajándonos el
lugar en que hemos observado al yo.
Es necesario comprender por qué estamos
tensos para que la Madre actúe.
Se producen
tensiones por muchas razones:
-
Hacemos algo que no nos gusta.
-
Tenemos miedo a que nos quede mal algo.
-
Queremos hacer algo que nos gusta más.
-
Lo que vamos a hacer más tarde nos preocupa.
-
Lo que hicimos antes no quedó bien.
-
Lo que hicimos antes nos quedó muy bien.
-
No sabemos hacer lo
que estamos haciendo.
-
Nos preocupa algo que tendremos que hacer.
¿Cómo sabemos que ya nos relajamos?
Sucede cuando ha desaparecido
toda tensión y nuestra psicología se ha normalizado. Nos sentimos bien. Nos podemos centrar en lo que
hacemos.
Práctica de Relajación general
La relajación de los cuerpos:
● Cuerpo Físico Músculos,
tendones y nervios
● Cuerpo Astral Emociones
● Cuerpo Mental Pensamientos
En la relajación del Cuerpo Físico nos concentramos en cada una de las partes del cuerpo. Donde estén
nuestros pensamientos estará nuestra Conciencia, por lo tanto debemos imaginar y sentir cada una de nuestras partes
del cuerpo ordenadamente. Este
procedimiento se repite tres veces:
1-
Pierna derecha: dedo por dedo,
planta, empeine, talón, tobillo, pantorrilla, rodilla, muslo, toda la pierna.
2-
Pierna izquierda: dedo por dedo,
planta, empeine, talón, tobillo, pantorrilla, rodilla, muslo, toda la pierna.
3-
Brazo derecho: dedo por dedo, palma,
dorso, muñeca, antebrazo, codo, todo el brazo.
4- Brazo izquierdo: dedo por
dedo, palma, dorso, muñeca, antebrazo, codo, todo el brazo.
5- Glúteos, genitales, cadera, abdomen,
cintura, pecho, hombros, espalda, todo el tronco.
6-
Cuello, garganta, mandíbula, lengua,
labios, mejillas, nariz, ojos, cejas, frente, oídos, cuero cabelludo, toda la cabeza.
7-
Luego le ordenamos a todos los músculos, nervios y
tendones: “relájense, aquiétense, cálmense”.
Para la relajación
del Cuerpo
Astral, o
parte emocional, nos concentramos en la respiración,
observando la entrada y la salida
del aire durante
tres minutos.
Para la relajación del Cuerpo Mental, o parte intelectual, nos concentramos en el corazón y en escuchar
ruidos del mundo exterior durante
tres minutos.
Práctica de Concentración y Relajación. Velar y Orar.
1- Conjuración del Belilín y Círculo Mágico.
2- Súplica de Asistencia al Padre y a la Madre
Divina.
3- Relajación, observando que todo el cuerpo esté cómodo.
4- Nos concentramos
en el corazón a escuchar
y observar el mundo interior.
5- A cada detallito observado le vamos suplicando a la Madre que lo desintegre.
6- Puede hacerse
hasta lograr la concentración perfecta.
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