EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA TEMA 62
LA TERCERA MONTAÑA
La Tercera Montaña es la muerte mística de dos leyes, para
fusionarse en una sola ley. Estas se llaman las Iniciaciones de Luz. Este ya es
un Iniciado de Luz, porque ha muerto el Yo Causa en su totalidad; el iniciado
lo ha tenido que eliminar en un ciento por ciento. Entonces se convierte en “El
Hijo muy amado del padre”, un Hijo de la Luz.
Aquel que llega a esta cristificación total se convierte en
un hijo de la Luz y del Amor, porque es una fuerza universal y cósmica,
consciente a todo instante y a todo momento, sin perder la individualidad.
Estos son los hijos de la luz, aquellos que llegan a
cristificarse totalmente, que no les queda mancha ni por dentro ni por fuera,
ni la sombra siquiera del Ego. Ahí es cuando puede regresar al seno del Padre,
lleno de felicidad absoluta y con plena Libertad, porque es una libertad
autentica. Se llega a la inmortalidad, donde puede conservar sus vehículos sin
estar sujetos a leyes ni al tiempo. Por eso Jesús tiene su cuerpo físico, con
todos los cuerpos existenciales del ser, fuera del tiempo. No tiene nada que
ver el tiempo con sus vehículos porque siempre estarán jóvenes y como el los
quiera volver, porque tiene el poder de la
ubicuidad.
Por eso el símbolo del Gran Sepulcro y el símbolo de la Gran
Cruz, con su corona llena de piedras preciosas, vivas, que es la culminación
total de la Tercera Montaña. El símbolo del sepulcro es el símbolo de cuando
mueren las dos fuerzas para nacer como
unidad.
Entonces el símbolo del sepulcro o el ataúd es por la muerte
que tiene que pasar el iniciado, para luego crucificarse como un Cristo y
ponerse la gran corona, que simboliza la corona de “Rey de Reyes”.
A las dos leyes se las absorbe una y queda unido a la Gran
Ley, conectado al Absoluto directamente por la Gran Ley. Ese es el símbolo de
los aztecas del águila tragándose a la serpiente, para llegar a la Unidad y a
la liberación total.
El Absoluto no se puede describir porque es de donde depende
la Creación, todo lo existente. Está fuera de leyes porque es la Gran Ley. De
modo pues que todo sale y regresa al Absoluto: las mónadas salen inconscientes
y al realizar el trabajo que digo en esta obra, tienen que regresar con el
ciento por ciento de Conciencia al Absoluto; a formar parte de la Gran
Conciencia y a gozar de la felicidad absoluta.
Para tener derecho a quedarse en el Absoluto el iniciado
tiene que haber dejado un discípulo en el camino ya trabajando, para poder
darse el lujo de desaparecer.
Mientras no deje un discípulo, un iniciado que haya escogido
el Camino Directo y este haciendo su Revolución de la Conciencia con los Tres
Factores, no puede entrar al Absoluto a quedarse definitivamente, sino que tiene
que entrar y salir.
No doy mas detalles porque el discípulo tiene que por si
mismo descubrir los triunfos, los pagos y todo lo que las jerarquías le van
dando por sus grandes sacrificios.
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